Hoy traemos la reseña del examen Nidan de nuestro compañero Javi, quien se marcó un pedazo de examen. Fue un disfrute verlos a él y a su Uke Dani, e igual que en el entrenamiento diario, la calidad técnica se hizo patente en su examen. ¡Disfrutad de la reseña y de las fotos! Fotos de señor Heisenberg, y vídeo de Julián.
El 22 de diciembre de 2024 fue un día especial para mí ya que, tras más de 16 años desde mi examen de Shodan y, después de haber recorrido un largo camino lleno de dificultades, baches y altibajos, llegaba el momento de examinarme de Nidan. Lo cierto es que ya desde el sábado se notaban los nervios, pero llegar a un tatami lleno de compañeros, amigos y familia ayudó tranquilizarme. Tuve la suerte de poder compartir este momento con muchos compañeros, cada uno con su propia historia y camino, unos examinándose y otros ayudándonos a examinarnos. Todo esto ayudó a crear un ambiente de familia y apoyo mutuo que para mí ha supuesto, una experiencia única y muy enriquecedora. La verdad es que los nervios iniciales desaparecieron en el momento en el que pisé el tatami. A partir de ese momento, mis sensaciones fueron muy distintas, viéndome mucho más concentrado e intentando dejar salir todo lo que había practicado durante las clases con mi maestro, Sensei Azcarate, y en los entrenamientos preparatorios con mis compañeros. No cabe duda de que tener un Uke como Dani fue fundamental, su gran calidad y entrega supuso más de la mitad del examen. ¡Muchas gracias por tu entrega y esfuerzo Dani!
Tengo que dar las gracias a mi Sensei Joaquín Azcarate ya que, es un ejemplo a seguir tanto por su inmensa calidad técnica como por su capacidad para crear un grupo único en el que se combinan a la perfección la seriedad y el trabajo duro con el buen rollo y risas contínuas.
Fui un afortunado por tener en el tribunal a mi maestro de siempre, Sensei Monreal, con quién aprendí la esencia del Aikido y quién ha sido mi principal referente en este camino. Miguel, ¡no puedes imaginar el honor que supuso para mí que me examinaras! También tuve la suerte de contar con Sensei Riesco, quién ha sido uno de mis mejores compañeros y con quien he tenido la gran suerte de compartir muchos entrenamientos, vivencias y aprendizaje.
En cualquier caso, lo mejor y más importante de todo este viaje ha sido el poder preparar este examen con mis compañeros del grupo de Larraina y Adaka. Hemos compartido muchas clases y muchos sábados de trabajo duro guiados por la paciencia infinita de Carlos, la entrega desconsiderada y la inmensa calidad de Luisfer, el compromiso y entrega de Juan, Iñaki, Miguel y, en definitiva, con la ayuda de todos ellos.
Soy un afortunado por poder practicar cada día con todos y cada uno de vosotros.
Javier
2 comentarios:
Excelente trabajo, Javier, reflejo de tu larga y consolidada trayectoria en el Aikidō.
Desde el honor de que hubieran contado conmigo para formar parte del tribunal, me hubiera gustado verte mas tiempo, para disfrutar más de tus capacidades, pero ya desde el principio se pudo comprobar tu nivel, que es mucho más que nidan, aunque por las circunstancias de tu vida se te haya retrasado tanto la obtención del mismo.
Enhorabuena y gracias por tu calidad marcial y, sobre todo, personal; ambas exigencias es lo se precisa en los tatami del Budō y de la vida.
R
Javier. Un honor salir de Uke en tu Futaridori con el gran Dani y el patroncito Iñaki.
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