Nueva reseña de examen, esta vez la de Miguel Bruned, nuestro compañero de afable sonrisa y contundente Aikido. Una gran compañía tanto dentro como fuera del tatami, con quien llevamos tanto tiempo entrenando. Aquí la reseña de su merecido Shodan, fotos cortesía de Heisenberg.
Mi primer contacto con el Aikido fue en Zaragoza cuando tenía 16 años. Me había apuntado a unas clases de Bujutsu que impartía Santos Nalda, maestro de Aikido con una larga trayectoria y una serie de libros publicados muy interesantes. Al acabar nuestro entrenamiento empezaban los de Aikido y me llamaba mucho la atención. Sin embargo, pasaron muchos años hasta que empecé a entrenar en Jolaskide con Miguel Monreal como Maestro. Al principio mi asistencia fue un poco intermitente hasta que entendí que así era difícil avanzar. Y ahora entreno con regularidad en Larraina con Joaquín Azkárate y un grupo de aikidokas que además de entrenar con interés y dedicación ha incorporado el “tercer tiempo” a la práctica del arte marcial. Durante estos años he tenido que combinar mis viajes de trabajo con la práctica del Aikido en Dojos de diferentes lugares que siempre me han acogido con afecto, en especial el grupo de Miguel Fuentes que entrenan en Helios en Zaragoza.
Además he tenido la suerte de practicar el Aikido a través de la línea de Yasunari Kitaura Shihan, que han sabido transmitir tanto Miguel Monreal como Joaquín Azkárate en sus clases y también asistiendo a su Dojo en Madrid y a los cursos que impartía en Pamplona y Zaragoza.
En cuanto al examen, la preparación empezó en septiembre en el Memorial de Yasunari Kitaura y desde entonces hemos estado practicando para el examen tanto en Larraina unos cuantos sábados como en el “Laboratorio” con la ayuda especial de Carlos Hernández. Tengo que reconocer que los días previos al examen estaba bastante bloqueado, pero que la ayuda de Luis Carlos que hizo de Uke me vino muy bien para templar los nervios y afrontar el examen con confianza. Tengo muy claro que el Aikido es un camino de desarrollo personal y que en ese proceso he contado con muy buenos maestros y excelentes compañeros de viaje. Sólo me queda agradecer al tribunal por su generosa dedicación el día del examen.
Miguel
4 comentarios:
Estoy un poco disgustado por no haber visto ninguna "técnica secreta" de esas que siempre nos trae "Maikel" de los dojos de todo el mundo... Jajajajaja....
Ahora en serio. Disfruté mucho viendo a Miguel Bruned con su Uke Luis Carlos. Le ví muy templado. Enhorabuena!!!!
Bueno.... Miguel enhorabuena por el examen y gracias por tu relato la verdad digno de una novela en la cual has omitido aludir a tu verdadero mentor el cual te ha entrenado día tras día y sábado tras sábado entiendo que rectificaras un abrazo
Es cierto en el Blog he cometido un descuido achacable solo a la emoción del momento y tal vez a que el paso del tiempo ha empezado a difuminar mis recuerdos. No hubiera podido llegar a cinturón negro sin el apoyo y la inspiración de nuestro Doshu. En los momentos difíciles por los que pasa todo aikidoka supo estar ahí y tender su mano y sus palabras de aliento. Su aikido rotundo y natural a la vez han sido un ejemplo y una referencia. No puedo olvidar tampoco aquellas mañanas en la "Riviera Maya" y los entrenamientos al aire libre en condiciones extremas que ahora se han convertido en parte de mi rutina de preparación física. Espero que este comentario sirva de reconocimiento y compense el olvido de la entrada del mi examen. Grande Doshu!
Enhorabuena, Miguel, por haber recogido este merecido fruto de tu perseverante interés, compañero de tu tranquila afabilidad. Mucho ánimo para continuar.
R
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